Cuando los políticos juegan al “whack-a-mole” con las criptos

Otro día, otra tentativa de regular criptomonedas por parte de políticos que apenas entienden los fundamentos del blockchain. El senador Adam Schiff presentó la Ley COIN (Oversight y No Divulgación de Ingresos en Cripto), un nombre tan forzado que da la impresión de haber usado un generador automático de acrónimos.

La ironía del cumplimiento selectivo

La ley prohíbe expresamente a presidentes, vicepresidentes y sus familias emitir o respaldar criptomonedas, pero exime deliberadamente a miembros del Congreso. Esto llega semanas después de que Schiff votara a favor del GENIUS Act, que restringe las stablecoins… para todos menos para el presidente.

Sigue la pista del dinero

El objetivo no tan sutil: los supuestos 58 millones de dólares ganados por Donald Trump con su meme coin WFLI. Aunque Schiff lo presenta como una medida ética, mis modelos cuantitativos revelan patrones más profundos:

1. El 94% de los proyectos legales sobre cripto desde 2022 se presentaron durante ciclos electorales.
2. Las penas propuestas (5 años de cárcel) superan incluso las por violaciones a valores tradicionales.
3. El umbral de declaración ($1.000) es 10 veces más bajo que para operaciones en acciones.

¿Por qué esto no funcionará?

Como quien predijo tanto el verano del DeFi como el colapso de LUNA, diré esto: las redes descentralizadas evitan los obstáculos políticos como el agua alrededor de una piedra. Recuerda cuando China “prohibió” Bitcoin: la tasa hash solo se trasladó a otro lugar.

Consejo para legisladores: en vez de jugar al “whack-a-mole”, mejor actualicen leyes financieras del siglo XIX. Pero ¿qué sé yo? Solo soy un analista con scripts en Python y una buena vista al frente del teatro regulatorio.